
La provincia de Cádiz, en Andalucía, es una de las más ricas en recursos naturales de Europa. Sus costas están llenas de largas playas de arena fina a lo largo de la Costa de la Luz, y en el interior hay maravillosos pueblos de paredes blancas como Vejer de la Frontera o Zahara de la Sierra, dos de los pueblos más bonitos de Andalucía.
1. Parque Natural Sierra de Grazalema
Está situado en la sierra, entre las provincias de Cádiz y Málaga, en la comarca de la Sierra de Grazalema. Los turistas llegan aquí casi por casualidad: la mayoría viaja hacia el interior, camino de Ronda, para practicar senderismo -a pie o en bicicleta- o simplemente para disfrutar de la naturaleza.
El paisaje de las montañas kársticas es maravilloso y, sobre todo, sorprendentemente verde. Grazalema se encuentra en una de las zonas más húmedas de toda España. Aquí, el Atlántico provoca una niebla dispersa que cae sobre las paredes rocosas y difunde una agradable humedad. En verano, muchos andaluces huyen del calor dirigiéndose a estas hermosas montañas para disfrutar del senderismo o visitar antiguas ermitas y pueblos.
Para Casas Isabel en Zahora la Sierra de Grazalema ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO y es también una zona protegida para muchas especies de aves en peligro de extinción, como los buitres gigantes que a menudo sobrevuelan el cielo azul.
2. Los Alcornocales
Esta región montañosa está cubierta por alcornocales únicos y se extiende a lo largo de 170.000 hectáreas que abarcan la mayor parte de las provincias de Cádiz y Málaga. El mayor alcornocal del mundo está protegido del desarrollo industrial y la deforestación.
La zona interior del bosque está salpicada de encinas centenarias, pero no está tan cubierta de maleza como para crear un entorno sombrío y oscuro. Los alcornoques están dispersos y aún se utilizan para la producción de corcho (hecho cortando la corteza). Es un trabajo costoso y el transporte del material aún se realiza en parte con la ayuda de burros debido a las fuertes pendientes de la zona.
Además del alcornoque, también crecen rododendros y laureles, gracias al clima templado. La parte sur del parque también es rica en areniscas, que se encuentran en profundos valles fluviales calcáreos con cascadas y cañones, donde plantas raras como los helechos han sobrevivido desde tiempos prehistóricos.
3. Parque Natural de El Estrecho
Esta vasta zona costera se encuentra entre el Atlántico y el Mediterráneo y consiste en un paisaje natural único, que se creó en el desierto entre el mar y las montañas. Dos entornos naturales completamente distintos se han fusionado a lo largo de millones de años cerca de Gibraltar, y con el tiempo los seres humanos, los animales y las plantas se han adaptado a ellos.
Por un lado, en algunas zonas costeras crecen dunas de arena de varios metros de altura -como la famosa Duna de Bolonia-, mientras que por otro se han formado vastas zonas de fértiles tierras de cultivo donde pastan las vacas y a veces se bañan en el mar.
4. Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate
Este parque natural de la Costa de la Luz esconde pinares y un gran acantilado con calas de arena, muchas de las cuales sólo son accesibles desde el mar. Una playa popular es la Playa de las Cortinas.
El parque tiene una superficie aproximada de 5.000 hectáreas y se extiende a lo largo de la costa suroeste de Vejer de la Frontera, en un emplazamiento que protege perfectamente los paisajes naturales.
Los Caños de Meca y Barbate dominan la costa, con unos 100 m de escarpados acantilados. Son los acantilados más altos de la costa atlántica andaluza. En el pinar que hay detrás de La Brena, podrá pasear por las rutas de senderismo que se extienden por encima de los acantilados, con vistas al mar abierto. El bosque se plantó en el siglo XIX para frenar el movimiento de las dunas.
5. Parque Natural Bahía de Cádiz
Bahía, en italiano, es una bahía. Y así es exactamente como se define este Parque Natural. Esta reserva marina y los espacios territoriales adyacentes, situados entre el Parque Nacional de Doñana y el Estrecho de Gibraltar, ocupan unas 10.522 hectáreas.
El mayor atractivo para la mayoría de los visitantes son las increíbles playas de arena que bordean el Océano Atlántico en Sancti Petri. Aquí se puede pasear sin fin por las grandes dunas y disfrutar de la luz especial de la Costa de la Luz. En invierno y verano, la región es especialmente encantadora.